Gracias, muchas gracias!

Dicen que todos los días son buenos como para dar gracias a Dios, quizá habrá algunos que no tienen nada de lo que otros tienen y dan por ganancia lo poco que otros desprecian. Como sea dar gracias es un gesto que a diario un corazón feliz práctica.Hay demasiados motivos para dar gracias a Dios todos los días, no debería de existir un día específico para esto pero hubieron unos que pusieron el ejemplo. Cuando un grupo de peregrinos llegaron a esta nación huyendo por la libertad de religión, estos fueron  recibidos por los indios nativos y dice la historia que juntos en este bendito lugar dieron gracias a Dios, compartieron y comieron lo que ambos tenían.
Fue un momento que quedo marcado para toda la vida. Nosotros que sabemos lo que es dejar nuestra patria y llegar como extranjero a otro lugar  somos los primeros que adoptamos esta celebración con el corazón y es porque entendemos lo que es dar gracias a Dios en la escases y también en la abundancia. Muchos dejando madres, hijos, esposas y esposos para poder dar un bienestar mejor a los suyos. Gente trabajadora que viene a limpiar, cocinar, sembrar y hasta arriesgar su vida por darle a sus seres amados la comodidad que ellos no tuvieron. Dar gracias en todo momento es simplemente una conciencia en paz con Dios, es entender que nada de lo que tenemos es nuestro y que aun el aire que respiramos es un regalo inmerecido, que un día de vida es algo que a gritos muchos piden, que la libertad de amar, de religión y política es algo que muchos quisieran y no lo tienen. Nosotros tenemos la dicha de ser y pese a toda circunstancia respiramos, amamos y nos aman.Si contáramos todas las cosas por las cuales tenemos que dar gracias en esta vida, este blog no me alcanzaría para mencionarlas. Es simple y claro, tener un corazón agradecido es tener paz con uno mismo. Dar gracias a Dios por todo aun por aquello no tan agradable es alcanzar  la sabiduría para disfrutar la madurez de la vida.  Yo doy gracias hoy por lo que Dios me da, cada día se lo expreso, el que tú seas parte de mi vida cuando vez que lees lo que escribo es otro motivo para decir: Gracias, muchas gracias a mi buen Dios porque todo se lo debo a él! Y gracias muchas gracias también a ti por tu tan apreciado cariño hacia mi persona, oro por ti y deseo para ti, toda la dicha del mundo junto a tus seres amados, pero más deseo que la paz de Dios sobre abunde en tu vida y en tu corazón por siempre. Gracias miles de gracias!!

La compasión.

Hay caminos difíciles de caminar en la vida, quizás tu y yo hemos tenido la bendición de no haber tenido necesidad de muchas cosas, sin embargo hay personas que si pasan por muchas. A lo largo de mi camino he aprendido a apreciar cada cosa y cada momento por mas insignificante que sea, creo que el tener la relación que tengo con Dios me han vuelto muy vulnerable a ciertas situaciones y necesidades que los míos y los extraños pasan. El primer mandamiento principal en la Biblia es "amaras a Dios con todo tu corazón y con toda tu alma" y el segundo que es un mismo sentimiento dice "amaras a tu prójimo como a ti mismo". Wow! Cuando pienso en amar a alguien como a  mi misma me digo: Yo quiero lo mejor, hago una lista en mi mente de lo que quiero recibir y créanme es grande, pero no se asusten, es que el humano es así cuando se trata de pensar en uno mismo. Pero volviendo al tema, si Dios me manda a amar a mi prójimo como a mi mismo significa que tengo que ser vulnerable a sus necesidades, no puedo pasar por alto el caminar por una calle y ver una viejita sentada pidiendo comida e ignorarla. No puedo caminar por una calle ver a un niño muerto del frio y yo con el mejor abrigo y no hacer nada, no puedo decir que amo a Dios y pasar desapercibida todas estas situaciones en mi vida. No señores, imposible!! La mayor satisfacción en mi vida no la he recibido dando las predicas, enseñanzas y consejos donde recibo aplausos, felicitaciones y sonrisas, ni tampoco cuando es mi cumple. Las mejores satisfacciones las he recibido cuando aquellos necesitados reciben con amor lo que les doy, porque lo estaban esperando, porque un día pidieron a Dios algo y Dios en su misericordia los escucho, yo me deje usar y fui de bendición. Muchos quieren ver la sonrisa de Dios, pero no saben que esa sonrisa maravillosa solo se encuentra en el rostro de los necesitados, de los sencillos de corazón. La Fe sin obras señores es muerta así que practica la compasión, no sabes la satisfacción tan grande que da al ser humano. Yo jamás cambiaria la alegría que me da el ver la cara de esos niños que reciben un juguetito de mis manos cuando visito mi lindo país Guatemala. Junto a mi hermana, hijos, sobrinos y amigos caminamos ciertas calles y lugares marginados donde he visto las caritas más hermosas, donde he visto los piecitos más fuertes correr hacia mi, donde he visto los brazos mas bellos abrazarme. Si señores yo he visto a Jesús sonreírme y ha sido a travez de todos esos niños y personas necesitadas, créanme la compasión es como una corona con brillo para el ser humano, donde quiera que vallas te la verán, brillara y muchos la querrán. Dios es amor y el nos da mucho, así que demos, compartamos agradecidos lo que por gracia recibimos de el, déjate usar y se de bendición. Yo hoy Bendigo los corazones de todos aquellos que lo hacen, a ellos dedico este mensaje :) y gracias por ser parte de los compasivos de corazón!!

La mujer que se entrega.

Cuenta la historia que hace mucho tiempo atrás, en medio de una sociedad convulsionada, rodeada de persona de corazones duros, incrédulos y miradas frías, hubo un episodio que logró cautivar y romper con cualquier esquema impuesto por aquella cultura. En aquellos tiempos, la mujer no tenía un lugar en la sociedad, por lo cual, era condenada y juzgada en caso de pasar los límites impuestos.

Pero hubo una mujer que sacudió a esta sociedad condenante, que con un simple acto, logro cambiar el curso de su historia, de su vida, y también hoy puede cambiar la tuya.

En aquellos días Jesús visitaba a Lázaro, en Betania, quien había resucitado de los muertos y estaban pasando un momento de júbilo con una cena en agasajo al Señor Jesús. En ese momento, en medio de una multitud de personas, se abría paso a una mujer. El silencio de adueño del lugar, ella, con la mirada puesta únicamente en Jesús, derramo ante sus pies lo único que consideraba valioso en su vida; un perfume de nardo puro. Este perfume tenía mucho valor, no era fácil tener uno de ellos como propiedad y seguramente si era derramado, tal vez, no se podría volver a recuperar. Pero esta mujer, ante la mirada de condena de la multitud, decidió, sin mediar palabra, dirigirse a quien valía la pena derramar aquel perfume, y con lágrimas en los ojos, llorando ante los pies del Señor, y enjugándole con sus cabellos, se dio cuenta que no lo había derramado en vano. El perfume duraría hasta la eternidad, y su historia en la memoria de todos. Nuestro Señor, nos ha regalado una vida, un frasco de perfume con una bella y hermosa fragancia y de un gran valor. ¿Y cuántas veces nos hemos confundido y derramado ese hermoso perfume en otros lugares pero no ante el Señor? Esta mujer es el símbolo de entrega total, de un abandono completo a Cristo. A esta mujer no le importo lo que pensaban los demás, muchos creían que era un desperdicio y un derroche de gran valor. Pero ella continuando hacia adelante, dejo atrás todo lo que la apartaba de estar cerca de Su Señor. Y te pregunto: ¿Qué situaciones, amigos, costumbres, hábitos, te alejan de Jesús? ¿No crees que muchas veces por no querer estar fuera de lugar, del circulo y de lo que parece estar bien para algunos, eliges erróneamente donde derramar e invertir tu vida? ¡Cuán importante es saber dónde te encuentras y hacia dónde vas! 

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