Cuenta la
historia que hace mucho tiempo atrás, en medio de una sociedad convulsionada,
rodeada de persona de corazones duros, incrédulos y miradas frías,
hubo un episodio que logró cautivar y romper con cualquier
esquema impuesto por aquella cultura. En aquellos tiempos, la
mujer no tenía un lugar en la sociedad, por lo cual, era condenada y
juzgada en caso de pasar los límites impuestos.
Pero hubo una mujer que sacudió
a esta sociedad condenante, que con un simple acto, logro cambiar el curso
de su historia, de su vida, y también hoy puede cambiar la tuya.
En aquellos días
Jesús visitaba a Lázaro, en Betania, quien había resucitado de los
muertos y estaban pasando un momento de júbilo con una cena en agasajo al
Señor Jesús. En ese momento, en medio de una multitud de personas, se abría
paso a una mujer. El silencio de adueño del lugar, ella, con la
mirada puesta únicamente en Jesús, derramo ante sus pies lo único que
consideraba valioso en su vida; un perfume de nardo puro. Este perfume tenía
mucho valor, no era fácil tener uno de ellos como propiedad y seguramente si
era derramado, tal vez, no se podría volver a recuperar. Pero esta mujer, ante
la mirada de condena de la multitud, decidió, sin mediar palabra, dirigirse a
quien valía la pena derramar aquel perfume, y con lágrimas en los ojos,
llorando ante los pies del Señor, y enjugándole con sus cabellos, se dio cuenta
que no lo había derramado en vano. El perfume duraría hasta la eternidad,
y su historia en la memoria de todos. Nuestro Señor, nos ha regalado una vida,
un frasco de perfume con una bella y hermosa fragancia y de un gran valor. ¿Y
cuántas veces nos hemos confundido y derramado ese hermoso perfume en otros
lugares pero no ante el Señor? Esta mujer es el símbolo de entrega total,
de un abandono completo a Cristo. A esta mujer no le importo lo que
pensaban los demás, muchos creían que era un desperdicio y un derroche de gran
valor. Pero ella continuando hacia adelante, dejo atrás todo lo que la apartaba
de estar cerca de Su Señor. Y te pregunto: ¿Qué situaciones, amigos,
costumbres, hábitos, te alejan de Jesús? ¿No crees que muchas veces por no
querer estar fuera de lugar, del circulo y de lo que parece estar bien para
algunos, eliges erróneamente donde derramar e invertir tu vida? ¡Cuán
importante es saber dónde te encuentras y hacia dónde vas!
Copiado de destellodesugloria.org
No comments:
Post a Comment