Los tiempos malos tambien son beneficiosos.

Los malos días son buenos para aprender. No siempre te alumbrara el sol y  no siempre las flores coquetearan a tu alrededor. Es necesario conocer el frio para apreciar el calor, conocer la obscuridad para apreciar la luz, conocer lo amargo para disfrutar lo dulce, no tener nada para apreciar lo poco, haber pasado la tormenta para apreciar la calma, sentirse solo para aprovechar la compañía. Los tiempos difíciles son lecciones que pueden beneficiarte a la larga, eso sí, tienes que ser lo suficiente inteligente, como para procesar lo vivido y usarlo para tu propio bien, el secreto está en no caer en lo que te empujo al mal. Alguien dijo que, una vez se equivoca el ser humano en un error, la segunda y tercera ya no es por equivocación, si no por decisión. Es grande aquel que aprende de sus malas experiencias, de sus malos días y sus malas decisiones, aquel que prosigue con la firme convicción de cambiar todo a su alrededor, aquel que reconoce su incapacidad para lograr lo bueno a su manera, pero se deja a la plena disposición del que todo lo puede y sabe, Dios. No dejes que las adversidades tomen control de tu vida, aprende a usarlas como escalones para avanzar, no seas quien se rinde ante las circunstancias se quien las aprovecha para su propia escuela. Recuerda los tiempos difíciles pueden beneficiarte o pueden estancarte, tú decides.

Feliz día! Tú amiga, 

Ibeth.