Hay veces que sigues estancado en ciertos momentos y situaciones que no
cambian y día a día vuelves a sentirte como que en lugar de ir avanzando te has
estancado en cierta situación que te deja un mal sabor en tu vida. Es necesario
parar y preguntarte si la situación en donde estas es porque tú mismo te la
buscas día a día, al no querer dejar aquello que ya no funciona y que te eneas
en vivir, tu bien sabes que eres tu quien decidió cargar esa carga y no la has
querido soltar. Es tiempo de reflexionar y dejar todo lo que te impide
proseguir a la vida, sin cargas más pesadas de la que no puedas soportar, sin
lucha más fuerte de la que no puedas vencer, al fin y al cabo siempre tendrás
luchas pero son retos y no son más más fuertes de lo que no puedas vencer.
Nadie dijo que sería fácil pero hubo alguien que dijo que en este mundo tendríamos
aflicciones pero que confiáramos en el pues el había vencido este mundo. Si no
funciono algo o alguien en tu vida, es tiempo de seguir adelante, la puerta se
te cerro pero se agradecido y piensa en el dolor que Dios quiso evitarte. La
puerta que se te abrirá será mucho mejor, confía en que hay alguien velando por
ti y guardándote de todo mal pero aprende a continuar y levantarte, aun cuando
la caída haya sido dolorosa. Deja, suelta y camina hacia donde está tu
tranquilidad. El pasado es solamente eso, pasado, vive tu presente dando lo
mejor de ti, libre de culpa y dolor.
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