No te
preguntes, que tiene el mundo para ofrecerme? Mejor pregúntate, que tengo yo
para ofrecerle al mundo?
En ti hay
tantas cosas, en las cuales Dios te capacito, para que las ofrezcas a favor de todos aquellos que
habitan este lugar llamado mundo. Tienes dones o regalos tan grandiosos que solamente
habitan en tu interior. Regalos que no pueden ser obtenidos a través de grados
universitarios, ni sabiduría ajena. En ti Dios creo algo grandioso llamado
voluntad para crear lo increíble en un mundo incrédulo. No esperes nada de
nadie, dalo tú con todo tu amor, eres tu quien tiene el poder de cambiar este
mundo. Pero para poder alcanzar este papel, es necesario negarse a dejarse
llevar por la corriente de lo común y la incredulidad de este mundo. Somos
seres creados por un Dios, nadie más que el mismo creador de algo, sabe para qué
es útil y como debe ser usado, así que si en verdad quieres ser útil y eficaz a
los demás solamente está atento a tu inventor, a tu creador, El es quien sabe
muy bien cada uno de tus instintos y va guiándolos hasta cumplir su propósito en
tu ser. El transcurso será largo pero créeme que el cambio será para bien, al
final serás tu quien ha dado y ofrecido una diferencia de bien a una generación
completa.
Vence con
el bien el mal y recuerda, las mejores acciones son las hechas sin esperar el aplauso o el reconocimiento de nadie.
Tú amiga,
Ibeth.
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