Una mente confundida es como un laberinto sin salida. Cuando el ser
humano se entrega completamente a sus circunstancias o problemas vive en un
mundo estancando, cada movimiento que intenta hacer enfocado en su situación es
como un golpe al agua en vano. El problema es que si esta persona confundida
llega a tomar decisiones en medio de este dilema de confusión puede llegar a
afectar a otros muy cerca de su entorno. No hay mejor ayuda para una mente en
este turbado momento que la paz que solo Dios puede dar, el ser humano que
aprende a confiar en la palabra de Dios obtiene una tranquilidad que sobrepasa
todo, puede caminar en medio de la tormenta y además confiar seguro que pronto
esta pasara. No permitas que las circunstancias ahoguen tu vida y la de tus
seres amados, no te hundas en una situación difícil sin antes intentar
dejársela a Dios. Hay procesos que toman su tiempo, pero en ese trayecto Dios
va contigo. Anímate aún queda tiempo a tu favor, no hay peor lucha que aquella
que no se hace, deja tu mente confundida a Dios él sabrá cómo lidiar con ella.
Atentamente tu Amiga,
Ibeth.
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