En
muchas partes del mundo celebran la semana santa, una semana en la cual
recuerdan la muerte y la resurrección de Jesucristo. Es tan conmovedor la
manera que los canales de televisión toman el tiempo para dedicarlo a películas
acerca de la vida de este y muchos otros programas de reflexión. Es lindo
recordar todo lo que Jesús padeció por nosotros, el problema es que solamente
una semana por año no es suficiente para entender el contenido completo de esta
vida tan perfecta. Hay algo que si estoy segura que ha sucedido y es la
magnitud de atención que este suceso adquirió y sigue adquiriendo. Pero la
vida, muerte y resurrección de Jesús no se resume en una semana santa, se vive una vida entera. El sacrificio que él hizo para darnos salvación va
más allá de una película y siete días en una semana, es el evento más
significante y grandioso que ningún otro ser ha hecho por esta humanidad, es la
muestra perfecta de lo que la obediencia significa, es el significado total de
lo que es amor. Una semana no es suficiente para entender tal increíble entrega
por gente tan inconsciente y pecadora, una semana de expiación de culpas no es suficiente
para conocer del amor de Dios, una semana de renuncias a lo material no te
librara de lo que él ya te libro hace tiempo atrás, una semana privándote de
ciertos alimentos no santificara tu cuerpo y espíritu del mal. Es necesario
morir espiritualmente juntamente con él, él no pide de ti sacrificios porque él
ya lo sacrifico todo por ti, él exige obediencia a su palabra para que alcances
obtener el regalo de vida eterna que él ya pago. Recuerda una semana santa no
es suficiente para entender este gran amor, es necesario una vida santa con fe
para llegar hasta ese lugar que con su sangre Jesús te compro. Si la vida de Jesús
llama tu atención conoce más de él, su historia es irresistible pero su
sacrificio es incomparable. Tu vida tiene precio y ese precio fue clavado y
consumado junto a Jesús en un madero, pero para obtenerlo es necesario tener
una amistad con él. Si quieres tomar este día para reflexionar se vale, pero
recuerda un día no es suficiente, es necesario entregarle la vida a tu salvador.
De
todos los otros días especiales podre olvidarme buen Dios, pero jamás me
olvidare del día que tu diste tu vida. Eso es y sigue siendo para mí el motivo
de mi libertad, una nueva vida llena de esperanza. Gracias Jesús por morir en
mi lugar, gracias buen Jesús por tu gran muestra de amor!!
Feliz
y lindo día.
Atentamente
tú amiga, Ibeth.
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