Siempre se necesita de otro, jamás
fuiste creado para ser egoísta y para vivir distante de los demás. Hay un
momento en la vida que ni los placeres, ni el dinero, muchos menos los amigos o
compañeros te darán el calor que necesitas. El ser humano fue creado para amar
y ser amado y los primeros que este tiene que amar son los de su casa, si esto
no existe podría llegar a ser un trastorno muy fuerte familiar que inconscientemente
se transmite a los hijos. Cuando tu creas una relación con la familia estas
ensenando a tus hijos que no están solos, que hay personas además de
papá y mamá que los aman, claro que es importante que ellos comprendan que el
amor que sobrepasa todo y a todos es el de Dios pero es importante que sepan
que tienen una familia también a quien acudir en tiempos difíciles. Dios nos llamó
a ser partícipes de otros, a estar rodeados de nuestros seres amados, a
entregarles amor y a mantener esa hoguera encendida. Nunca te sientas
suficiente y absoluto, no desprecies a tu familia por más sencilla o diferente
que sea, recuerda en algún momento Dios te enfrentara a una necesidad y es
posible que aquel que más desprecias sea el que te dé a beber tu ultimo vaso de
agua. Recuerda la relación familiar es muy saludable para ti y los tuyos. La familia que se mantiene unida es capaz de sobrepasar toda cituación y de lograr superación, es un lazo fuerte que da seguridad.
Atentamente tu
amiga,
Ibeth.
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