Has el bien y no mires a quien.

No importa cuántas veces caigas lo importante es cómo te levantas de todas esas caídas. No es el golpe lo que puede hundirte si no tu mente pesimista después del golpe. No dejes jamás que nada tronche tus sueños, si no troncha tú con tus sueños ese nada. Camina siempre en la luz en todo momento, porque si lo haces en la oscuridad a la larga la luz te alumbrara y tu vergüenza relucirá. Has el bien sin mirar a quien porque en tu transcurso por esta vida ese bien retornara a ti. Cuando hagas algo a alguien piensa primero como te sentirías tu si a ti te hicieran lo mismo, de esa manera no lastimaras a nadie. Sé paciente en tu espera, no te apresures a las situaciones porque eso causara más largo tu proceso. No siempre el que dice ser tu amigo lo es, cuando te oculta la realidad y te dice que es por no causarte dolor, el amigo verdadero siempre habla con la verdad en todo tiempo, aun cuando esta sea dura. No importa lo que otros piensen de ti, lo importante es lo que Dios sabe de ti. Si no te fue bien hoy no importa mañana será un nuevo día y cada día trae su propio afán. Se feliz y olvídate de los que te vean como perdida, porque lo que es perdida para uno puede llegar a ser tesoro para otro. Has de tu vida la mejor ignorando la envidia, eso hará que los que te envidien se hundan solos en su propio mal. Ama a Dios sobre todo y todos, entonces  todo lo que necesitas y anhelas te llegara como regalo del cielo.

Feliz día. Tú amiga, Ibeth.