El criticón, mal informador y el burlón al final quedara tan mal que
todo lo que se inventó para derrumbarte será su propia trampa. No te defiendas,
no hagas nada para probar quien eres, quédate tranquilo, espera en Dios el hará
su justicia y al final la luz de la verdad alumbrara a tu favor.
Deja a Dios tus criticones y tus enemigos, pídele a él que ate tus manos
para no hacer nada aunque te provoquen, se fuerte y quédate sentadito esperando
y ya verás cómo al final la victoria será tuya. Es que Dios es así, no hay
batalla que se pierda con él, ni burlón y mentiroso que a la larga no tropiece
con su propia bola de maldad.
Feliz y lindo día.
Atentamente tú amiga, Ibeth.
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