No hay nada más satisfactorio para el ser humano que
escuchar palabras de motivación, palabras que levanten el ánimo y den una luz
en medio de tantas tinieblas; pero desafortunadamente no siempre va ser así,
siempre encontraras a alguien que desea hacerte sentir tan bajo como quizá esa
persona misma se siente.
Hay personas que aparentan cierta autoridad en su
forma de actuar y quieren llegar a manejar tu mente y tu corazón, pero en su
interior es porque se sienten tan inferiores que encuentran satisfacción cuando
hacen a otros sentir como ellos se sienten. Pero eres tú el quien le da a esa
persona la autoridad de hacerlo o no. Atrévete a ser fuerte, a ser tú el
motivador de tu propia vida, a ser también un motivador para otros, ese alguien
que da ánimos en medio de cualquier situación, alguien que da una salida y es
luz en medio de la pesada neblina del camino.
No permitas que nadie domine tus sentimientos con
pesimismo, atrévete tú a cambiar los pensamientos de los demás con optimismo
cada vez que tu boca se abra. Hay poder en tus palabras, ten cuidado como
hablas de ti mismo, de tu familia y de los demás. No digas que no puedes, di
que todo lo puedes, porque Dios te da la fortaleza, no hables mucho del
problema, habla más de la solución. Levanta el ánimo con tu forma de platicar,
ya no confieses más lo negativo, empieza a confesar lo positivo. Con la ayuda
de Dios tú puedes llegar a lograr cosas grandes y el poder para lograrlo esta
en tu boca. Hay poder en tus palabras y con ellas eres capaz de todo, de
destruir como de construir, Dios confía en ti, solo tienes que creerte a ti mismo,
porque Dios si cree en ti. Es tiempo que uses tus labios para bendecir,
hablando bien bendices a otros y bendices tu vida también.
Feliz y bendecido dia ;)
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