Si desintonizo la perjudicada seré yo.

Como quisiera poder regresar el tiempo para arreglar tantas cosas pero imposible es. Por lo tanto prosigo sin remordimientos porque sé que algo bueno aprendí en aquel difícil momento.

No soy un ser perfecto, eso mucho me lo han recitado, pero sé que de los errores también se obtienen las mejores lecciones.

Cada problema es un reto para poder crecer en sabiduría o un obstáculo para estancarme, al final soy yo quien decido. Si desintonizo mi camino la perjudicada seré yo, no es responsable Dios en ningún momento porque fui yo quien opto por la mala decisión.

Mis circunstancias malas no son más que decisiones incorrectas tomadas por mí misma, así que no debo culpar a Dios. El errar es de humanos pero el reconocerlo es de humildes.

Quiero vivir mi vida consiente de lo débil que soy y lo fuerte que me convierto cuando dejo que Dios tome el control, mis debilidades no tienen poder constante cuando las dejo en manos de Él. Así que ya no vivo conforme al mal, ahora vivo creyendo que todo lo puedo en todo momento porque tengo la sabiduría más grande y es la que viene de Dios.